La desinfección por UV es muy eficaz en la inactivación de una gran diversidad de Microorganismo y puede ser utilizado en cualquier ambiente, ya que no presenta efectos adversos. Sólo es necesario conectarlo a la red eléctrica. Por otra parte, el ozono actúa a menor concentración y con menor tiempo de contacto que otros desinfectantes como el cloro, dióxido de cloro y monocloraminas.

La combinación de ambas tecnologías (Ozono y UV) potencian la capacidad bactericida y bacteriostática. Un agente bactericida es capaz de matar las bacterias y un agente bacteriostático impide la reproducción de la bacteria por lo cual no proliferan los gérmenes en el ambiente. Neutraliza olores no deseados. Purifica el ambiente a través de componentes naturales que no dañan la salud. Disminuye la concentración de alérgenos (humo, polvo, polen). Es un equipo seguro, de fácil instalación, no requiere consumibles. 

Se ha demostrado que la luz UV es eficaz frente a microorganismos patógenos, como los causantes del cólera, la polio, la fiebre tifoidea, la hepatitis y otras enfermedades bacterianas, víricas y parasitarias. La experiencia dice que los coronavirus anteriormente conocidos, como los que causaron el SARS y el MERS, mostró que la luz UV podría inactivar los virus, por lo que no es del todo irracional esperar que tenga un efecto similar en el que provoca el COVID-19. (http://bit.ly/2MOfU2L)